Quiero pensar en nuestro tiempo
como en una ventana
abierta, sólo el lapso necesario
para que se ventile la atmósfera del cuarto,
que, fiel a su costumbre, de una corriente nueva
llena e invade todos los rincones
mientras busco tu cuerpo entre unas sábanas
cubiertas de papel en origami.
Cuántas veces cerrada, cuántas veces
amada, cuántas veces repetido
el mismo hábito.
Asomado en el vano, con el cantar suave
del viento, veo partir figuras a lo lejos.