Espaldas mojadas
Es una tarde de dedos ligeros,
manos ágiles y espaldas mojadas
ávidas de alambre,
la vida espera paciente
su oportunidad,
junto al mismo río,
el mismo cauce veinte años antes,
el agua y los sueños eran distintos,
era una tarde de dedos ligeros,
manos ágiles y espaldas mojadas
ávidas de amarse,
la vida esperaba paciente
su oportunidad.
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